Dan las 15:30 del primer sábado del mes de marzo,
Joaquín, un joven de 14 años, se encuentra en el salón de su casa viendo la
parte deportiva del telediario de Antena 3, el cual, sirve de alarma para él y
sus amigos. En cuento finaliza esa sección del telediario y antes de que
comience el tiempo, con Roberto
Brasero, se va a su cuarto, donde se acicala un poco, se peina, se pone una
camisa, coge el móvil y llama a su amigo Fran.
- ¿Qué pasa Fran? ¿Estarás listo para lo de hoy no?
- Claro Joako,
en 20 minutos en la plaza de duque. ¿Tienes 15 pavos no?, puff menos mal que le
podido coger a mi hermano Nacho un billete de 20, que si no….
- Pues claro, me los dio mi vieja. Venga tu, luego nos vemos, que no llego.
Tras la conversación, Joaquín se dirige al salón donde
están sus padres, rápidamente se despide de ellos. La madre, preocupada se
despide con un clásico “Adiós hijo, ten
cuidado” y el padre aún más escueto le
dice “Adiós, Joaquín”. Sale de la casa y antes de coger el autobús que
le deja en la Plaza
de Duque, donde ha quedado con sus amigos, marcha medio andando, medio
corriendo hacia la tienda de alimentación que tiene cerca de casa, allí compra
fácilmente una botella de Ron Negrita
y 5 vasos de plástico, que es lo que le tocaba a él comprar, puesto que tenían
prefijado desde hace tiempo la “lista de la compra”: a Fran le tocaba comprar la Coca-cola y el Limón; a
Joaquín el alcohol y los vasos; y a José Antonio las entradas para la discoteca
ligh a la que iban a ir por la tarde-noche.
Suenan las campanas de la Parroquia de San Miguel,
son las 16:00 y un poco más debajo de la parroquia está la plaza de Duque,
donde ha quedado Joaquín, con sus amigos Fran y José Antonio, este último es el
primer en llegar, llega con su atuendo clásico de los sábados, pantalones de
pitillo verdes, un polo de color rojo, gafas de sol grandes y unos castellanos
por zapatos. Como no podía ser de otra manera, llega de la mano de su Iphone 4,
que le ha regalado su padre por su santo. Unos minutos más tarde, llegan
cargados sus otros dos amigos, que se habían encontrado al bajar del autobús.
Ya unidos, los tres amigos, se disponen a hacer un botellón de tarde, así, pasan las dos siguientes horas, para una
vez cumplidas las seis de la tarde y ya
altamente alcoholizados, ir andando hacia la discoteca Elite Light, donde habían quedado con otros amigos de su colegio,
que habían seguido el mismo plan, salvo que éstos, habían hecho el botellón en
el jardín de la casa de uno de ellos.
Los tres amigos, borrachos, mientras caminan, entonan el
himno del grupo de hoollingans del club inglés, West Ham United, que habían
visto en una película: “Hago siempre
pompas, lindas pompas de jabón, vuelan al sol, llenas de luz y como en sueños
volando van, van cruzando el cielo, sin parar jamás, hago siempre pompas,
lindas pompas de jabón, UNITED UNITED”, así, se van calentando y excitando
mutuamente, para la fiesta que les espera. Al llegar a las puertas de la
discoteca, se encuentran con el otro grupo de amigos del colegio, y rápidamente
se ponen manos a la obra, para entrar en la discoteca. En este momento, cada
uno es, hasta cierto punto, independiente, puesto que cada uno, con la entrada
/ pase que tiene, debe buscarse la vida para poder entrar, unos con DNI falso,
otros con contactos entre los puertas, y otros colándose, entre estos últimos
se encuentra Joaquín, que finalmente logra entrar. Una vez dentro, se dirige al
lunar de reunión de sus amigos, una esquina determinada de la discoteca, donde
siempre suelen reunirse, para bailar, fumar y beber.
Es en este momento, cuando se dividen en grupos de dos o
tres, para ir de caza, es decir, a
buscar grupos de chicas y ligar con ellas. Joaquín va con su amigo José
Antonio, que no busca una chica, únicamente va a ayudar a su amigo a encontrar
una. La pareja, ve un grupo de chicas que cumplen el requisito básico para
poder ligar con ellas en discotecas light como en la que están: deben estar
borrachas. José Antonio se dirige a ellas, y sin ningún tipo de tapujo, les
dice: “oye chicas, mirad, este es mi
amigo Joaquín, muy majo, ¿alguna quiere liarse con él?”. Una de las chicas,
da un paso hacia delante, y dice “yo”
y se separa del grupo y se va a hablar con los dos chicos. José Antonio le
presenta de forma más personal a Joaquín, y Joaquín se acerca a José Antonio y
le dice: “Gracias tío, además va súper
borracha”. Entonces, prácticamente sin mediar palabra, Joaquín y la chica,
que se llama María, se empieza a morrear en medio de la discoteca, pero pronto
se van a unos sofás que hay en una esquina de la discoteca, que están destinado
a que las parejas de jóvenes se líen alegremente.
Al cabo de 5 minutos, José Antonio se acerca, para ver
la situación y su amigo Joaquín le ve, inmediatamente después, le hace un gesto
queriendo pedirle que se acerque, así lo hace, lo que quería Joaquín era “devolverle el favor a su amigo”, pero
de una manera un tanto peculiar. Cuando José Antonio llega, ve que Joaquín está
masturbando a María, y ésta, totalmente borracha, prácticamente ni se entera,
así que ahora sí entiende lo que le quería decir Joaquín, es decir, que la
masturbarse él mismo porque ella no se iba a enterar, así que se sienta al lado
de la pareja, mete la mano en la minifalda de María y continúa con la tarea que
había empezado su amigo. Sin embargo, la situación no dura mucho, porque al
igual que José Antonio había ido a ver como estaba su amigo, una amiga de María
también fue a ver como se encontraba su amiga, y al ver la situación la coge y
tira de ella fuertemente por el brazo, para apartarla de los dos chicos. Éstos, se van a los servicios, para lavarse
las manos y una vez concluyen, vuelven a la esquina donde siempre hay algún
amigo suyo, en vez de avergonzarse, cuentan lo ocurrido varias veces, y
entrelazan su historia con las otras que cuentan los otros amigos, historias
siempre similares, aunque con finales distintos. Son las ocho menos 10 minutos,
según el reloj de Joaquín.
Se acerca la hora clave de las discotecas light, las ocho de la tarde, momento en el que el dj de la sala, pone una canción mítica para los jóvenes, para pasar de pinchar pachangueo a pinchar techno!!!. La canción que pone esta sala light, es El imperio contraataca de Los Nikis, un grupo de los 80, que hoy en día, se entiende como grupo musical de derechas, por lo menos en lo que a la canción citada se refiere. Así ciertos grupos de jóvenes levantan el brazo derecho, mientras suena la canción, al estilo fascista.
Tras la citada canción, Joaquín y sus amigos, continúan haciendo lo de hasta entonces, es decir, intentando ligar al número de chicas posible y poco más.
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