miércoles, 28 de septiembre de 2011

El alcohol, el sexo y la juventud (II): Reedición


Dan las 15:30 del primer sábado del mes de marzo, Joaquín, un joven de 14 años, se encuentra en el salón de su casa viendo la parte deportiva del telediario de Antena 3, el cual, sirve de alarma para él y sus amigos. En cuento finaliza esa sección del telediario y antes de que comience el tiempo, con Roberto Brasero, se va a su cuarto, donde se acicala un poco, se peina, se pone una camisa, coge el móvil y llama a su amigo Fran.

- ¿Qué pasa Fran? ¿Estarás listo para lo de hoy no?
- Claro Joako, en 20 minutos en la plaza de duque. ¿Tienes 15 pavos no?, puff menos mal que le podido coger a mi hermano Nacho un billete de 20, que si no….
- Pues claro, me los dio mi vieja. Venga tu, luego nos vemos, que no llego.

Tras la conversación, Joaquín se dirige al salón donde están sus padres, rápidamente se despide de ellos. La madre, preocupada se despide con un clásico “Adiós hijo, ten cuidado” y el padre aún más escueto le  dice  “Adiós, Joaquín”. Sale de la casa y antes de coger el autobús que le deja en la Plaza de Duque, donde ha quedado con sus amigos, marcha medio andando, medio corriendo hacia la tienda de alimentación que tiene cerca de casa, allí compra fácilmente una botella de Ron Negrita y 5 vasos de plástico, que es lo que le tocaba a él comprar, puesto que tenían prefijado desde hace tiempo la “lista de la compra”: a Fran le tocaba comprar la Coca-cola y el Limón; a Joaquín el alcohol y los vasos; y a José Antonio las entradas para la discoteca ligh a la que iban a ir por la tarde-noche.

Suenan las campanas de la Parroquia de San Miguel, son las 16:00 y un poco más debajo de la parroquia está la plaza de Duque, donde ha quedado Joaquín, con sus amigos Fran y José Antonio, este último es el primer en llegar, llega con su atuendo clásico de los sábados, pantalones de pitillo verdes, un polo de color rojo, gafas de sol grandes y unos castellanos por zapatos. Como no podía ser de otra manera, llega de la mano de su Iphone 4, que le ha regalado su padre por su santo. Unos minutos más tarde, llegan cargados sus otros dos amigos, que se habían encontrado al bajar del autobús. Ya unidos, los tres amigos, se disponen a hacer un botellón de tarde, así, pasan las dos siguientes horas, para una vez cumplidas las seis de la tarde y  ya altamente alcoholizados, ir andando hacia la discoteca Elite Light, donde habían quedado con otros amigos de su colegio, que habían seguido el mismo plan, salvo que éstos, habían hecho el botellón en el jardín de la casa de uno de ellos.

Los tres amigos, borrachos, mientras caminan, entonan el himno del grupo de hoollingans del club inglés, West Ham United, que habían visto en una película: “Hago siempre pompas, lindas pompas de jabón, vuelan al sol, llenas de luz y como en sueños volando van, van cruzando el cielo, sin parar jamás, hago siempre pompas, lindas pompas de jabón, UNITED UNITED”, así, se van calentando y excitando mutuamente, para la fiesta que les espera. Al llegar a las puertas de la discoteca, se encuentran con el otro grupo de amigos del colegio, y rápidamente se ponen manos a la obra, para entrar en la discoteca. En este momento, cada uno es, hasta cierto punto, independiente, puesto que cada uno, con la entrada / pase que tiene, debe buscarse la vida para poder entrar, unos con DNI falso, otros con contactos entre los puertas, y otros colándose, entre estos últimos se encuentra Joaquín, que finalmente logra entrar. Una vez dentro, se dirige al lunar de reunión de sus amigos, una esquina determinada de la discoteca, donde siempre suelen reunirse, para bailar, fumar y beber.

Es en este momento, cuando se dividen en grupos de dos o tres, para ir de caza, es decir, a buscar grupos de chicas y ligar con ellas. Joaquín va con su amigo José Antonio, que no busca una chica, únicamente va a ayudar a su amigo a encontrar una. La pareja, ve un grupo de chicas que cumplen el requisito básico para poder ligar con ellas en discotecas light como en la que están: deben estar borrachas. José Antonio se dirige a ellas, y sin ningún tipo de tapujo, les dice: “oye chicas, mirad, este es mi amigo Joaquín, muy majo, ¿alguna quiere liarse con él?”. Una de las chicas, da un paso hacia delante, y dice “yo” y se separa del grupo y se va a hablar con los dos chicos. José Antonio le presenta de forma más personal a Joaquín, y Joaquín se acerca a José Antonio y le dice: “Gracias tío, además va súper borracha”. Entonces, prácticamente sin mediar palabra, Joaquín y la chica, que se llama María, se empieza a morrear en medio de la discoteca, pero pronto se van a unos sofás que hay en una esquina de la discoteca, que están destinado a que las parejas de jóvenes se líen alegremente.

Al cabo de 5 minutos, José Antonio se acerca, para ver la situación y su amigo Joaquín le ve, inmediatamente después, le hace un gesto queriendo pedirle que se acerque, así lo hace, lo que quería Joaquín era “devolverle el favor a su amigo”, pero de una manera un tanto peculiar. Cuando José Antonio llega, ve que Joaquín está masturbando a María, y ésta, totalmente borracha, prácticamente ni se entera, así que ahora sí entiende lo que le quería decir Joaquín, es decir, que la masturbarse él mismo porque ella no se iba a enterar, así que se sienta al lado de la pareja, mete la mano en la minifalda de María y continúa con la tarea que había empezado su amigo. Sin embargo, la situación no dura mucho, porque al igual que José Antonio había ido a ver como estaba su amigo, una amiga de María también fue a ver como se encontraba su amiga, y al ver la situación la coge y tira de ella fuertemente por el brazo, para apartarla de los dos chicos.  Éstos, se van a los servicios, para lavarse las manos y una vez concluyen, vuelven a la esquina donde siempre hay algún amigo suyo, en vez de avergonzarse, cuentan lo ocurrido varias veces, y entrelazan su historia con las otras que cuentan los otros amigos, historias siempre similares, aunque con finales distintos. Son las ocho menos 10 minutos, según el reloj de Joaquín.


Se acerca la hora clave de las discotecas light, las ocho de la tarde, momento en el que el dj de la sala, pone una canción mítica para los jóvenes, para pasar de pinchar pachangueo a pinchar techno!!!. La canción que pone esta sala light, es El imperio contraataca de Los Nikis, un grupo de los 80, que  hoy en día, se entiende como grupo musical de derechas, por lo menos en lo que a la canción citada se refiere. Así ciertos grupos de jóvenes levantan el brazo derecho, mientras suena la canción, al estilo fascista. 


Tras la citada canción, Joaquín y sus amigos, continúan haciendo lo de hasta entonces, es decir, intentando ligar al número de chicas posible y poco más.

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